Algunos trucos para conservar los sofás a medida como nuevos

13/07/2017 | Noticias

Los sofás a medida son uno de los muebles que más se usan de la casa. De hecho, todos los días nos sentamos en ellos una o varias veces para descansar, ver la televisión, hablar por teléfono, navegar por internet, etcétera, etcétera.

En un hogar con varios miembros, el uso es todavía mayor y por consiguiente también el desgaste. Entonces ¿qué podemos hacer para que el paso del tiempo se note lo menos posible?

La clave está en realizar un mantenimiento regular y tomar algunas precauciones. En este artículo te vamos a contar algunos trucos con los que los sofás a medida pueden conservarse muchos años como el primer día.

[Tweet «Un poco de cuidado y seguir unos sencillos trucos pueden alargar la vida de tu sofá»]

Sacudir y palmear periódicamente los almohadones

Tanto los del respaldo como los de los asientos, para que el relleno no se apelmace y los almohadones recobren su forma original. Si haces esta operación una vez a la semana, por ejemplo, evitarás los típicos hundimientos que produce el peso de la persona y al mismo tiempo estirarás la tela, con lo que conseguirás que no se marquen las arrugas.

Una vez sacudidos los almohadones, se vuelven a colocar bien encajados en el armazón, sin que se empujen ni se monten unos sobre otros, para que el relleno no se deforme y que al sentarnos el peso de nuestro cuerpo recaiga en las zonas preparadas para ello.

Pasar el aspirador

Lo sentimos, pero no podemos saltárnoslo. Pasar el aspirador sobre el sofá es la única manera de evitar que se acumule el polvo, que es el responsable de que muchos sofás a medida hayan perdido todo su brillo y esplendor.

Además, si el polvo se mezcla con la humedad de líquidos derramados, sudor… se convierte en manchas oscuras que son mucho más visibles y difíciles de quitar. Por ello, cuando pases el aspirador por el salón, no te pases de largo el sofá.

Lavar las fundas de vez en cuando

Antes de adquirir un sofá a medida, te recomendamos que te asegures de que las telas sean desenfundables y que además se puedan meter en la lavadora. Si esto es así, podrás lavarlas sin esfuerzo siempre que quieras, con lo que se eliminarán fácilmente los roces, olores y pequeñas manchas.

Como en cualquier prenda de vestir, los tejidos de las tapicerías deben indicar en la etiqueta la composición de la tela e incluir los habituales símbolos indicativos de que se puede lavar a máquina, a mano o en seco, la temperatura que resiste o si se puede planchar. Consultar la etiqueta y seguir los consejos del fabricante es fundamental para no estropear el tejido.

¡Ah!, y no se te olvide darles la vuelta antes de meterlas a la lavadora y, más aún, antes de ponerlas a secar en el tendedero, sobre todo si está situado a pleno sol.

Sofá a medida roto

Si no quieres que tu sofá a medida se deteriore en pocos años, cuídalo con estos sencillos consejos que te damos.

Evitar la exposición continua al sol

Lo más habitual es que los sofás a medida ocupen un espacio fijo en nuestra decoración y que apenas se muevan de su sitio a lo largo del tiempo. Esto puede llevar a que, si le da el sol directamente, acabe decolorándose y, lo que es peor, que como el sol no pega el mismo tiempo ni de igual forma en todas las partes, terminen apareciendo aguas de distintas tonalidades.

Para que esto no ocurra, una posibilidad es cubrirlo con una tela, solución que no nos parece la más adecuada porque oculta el diseño que en su día elegimos con tanta ilusión para el sofá.

Otra forma de evitarlo es cerrando las cortinas a las horas que entra el sol para que no le pegue directamente. Y si no vamos a estar en casa, aún mejor es bajar la persiana.

¿Cómo conservar los cojines en buen estado?

Los cojines también forman parte de los sofás a medida. Son complementos que están pensados para apoyarse en ellos sin doblarlos, por eso conviene mantenerlos planos, lo que evita que el relleno se deforme o se marquen pliegues que luego resultan muy difíciles de corregir.

Igual que hacemos con los almohadones, conviene palmearlos de vez en cuando y además, como estos son más ligeros, resulta mucho más sencillo de hacer.

También hay que lavarlos alguna vez y, muy importante, si son del mismo tejido que los almohadones, hazlo juntos porque si no acabarán con distinta tonalidad.

¿Utilizas alguno de estos trucos o quieres contarnos los tuyos propios? Puedes hacerlo si lo deseas enviándonos un comentario.