Cómo mantener el cheslong para que se conserve como el primer día

09/12/2016 | Noticias

El sofá con cheslong es un asiento para disfrutarlo, no cabe duda. Cuando estás delante de él, parece que te llama, por eso si no tienes ninguna obligación te sientas a descansar sin pensar en nada más. Entonces apoyas la espalda y estiras las piernas. ¡Aaah! ¡Qué bieeen! Pero ¿te habías quitado los zapatos?

Este es uno de los enemigos del sofá con cheslong, el calzado, pero no es el único. También están los pelos de los animales de compañía, las migas del bocadillo de la merienda de los niños o, reconócelo, los restos del café que se te cayó mientras veías la televisión.

Pero, ya lo hemos dicho, el sofá con cheslong es para disfrutarlo y esto no tiene que estar reñido con mantenerlo en perfecto estado, casi casi como cuando lo compraste. Para ello basta con seguir los consejos de mantenimiento y limpieza que te vamos a contar a continuación.

[Tweet «Conservar tu cheslong como nuevo muchos años es posible con un simple mantenimiento periódico.»]

Lo primero, unas recomendaciones

La primera de todas es tener cuidado de no mancharlo. Si el cheslong es un asiento pensado para estirar las piernas, hazlo, pero primero descálzate. Los roces de los zapatos pueden llevar restos de betún y polvo acumulado que si se marcan habrá que frotar para eliminarlos.

Está claro que prevenir es lo ideal, pero, aun con todo, los roces y alguna mancha no siempre los vas a poder evitar, por eso la segunda recomendación es elegir una tela antimanchas para la tapicería.

Estas telas están fabricadas con unas fibras especiales que evitan que la suciedad penetre en el tejido, y si cae alguna mancha esta se puede limpiar con un poco de agua o simplemente pasando un paño húmedo.

Una tercera recomendación es realizar un mantenimiento periódico básico, que consiste en sacudir los almohadones y los cojines, y pasar el aspirador por todo el mueble. En realidad cuesta menos esfuerzo de lo que parece y con ello se consigue evitar que el polvo se acumule y que si accidentalmente cae algún líquido aparezca un cerco, que será más difícil de quitar.

La mayoría de los aspiradores tienen piezas accesorias que sirven para acceder a ranuras estrechas, abarcar superficies planas y estrechas como el apoyabrazos, etc. Utilízalas.

Cheslong relax

Pasos para limpiar las manchas

¿Y si a pesar de poner todo el cuidado posible, al final cae una mancha, qué debemos hacer? Pues muy sencillo, basta con seguir estos pasos y verás como desaparece.

  1. Actuar sobre la mancha inmediatamente. Las manchas que caen en la tapicería, sobre todo si contienen líquido, continúan extendiéndose durante un tiempo hasta que se secan. Por eso es mejor obrar al instante colocando papel absorbente sobre ella y pasando un paño húmedo para que no penetre la suciedad en el tejido.
  1. Aspirar toda la superficie que abarca la mancha y la zona que la rodea. Si no te das cuenta cuando cae una mancha y al verla ya está seca, entonces es importante retirar el polvo antes de aplicar productos húmedos para, tal y como hemos dicho anteriormente, prevenir la aparición de cercos.
  1. Preparar un producto de limpieza casero. Vierte un poco de agua caliente en un barreño y una o dos pulsaciones de jabón de manos sin parabenes y ya tienes tu producto. Esta mezcla no es nada agresiva y por ello no afecta a la tapicería. En caso de que no consigas eliminar la mancha, entonces sí que puedes emplear productos de los que venden en los comercios, pero antes solicita información.
  1. Aplicar el producto sobre la mancha. Para ello, humedece una bayeta limpia, una esponja o un cepillo en el producto que has preparado y pasa a frotar la mancha realizando movimientos circulares sin apretar demasiado hasta que veas que la mancha se ha ido.
  1. Retirar la espuma. Aclara la bayeta bajo el grifo, escúrrela bien y retira toda la espuma que se ha generado al frotar la mancha. Si es necesario, repite la operación más veces hasta que no queden restos de jabón.
  1. Secar el sofá. Puedes hacerlo con un secador de pelo o acercándolo a un radiador, aunque es mucho más recomendable que se seque al aire. Por eso, si la época del año lo permite, abre la ventana de la habitación y oriéntalo hacia la corriente de aire para que se seque de manera natural.

Ahora toca descansar y seguir disfrutando de tu sofá con cheslong como el primer día. ¿A que no es tan complicado?